Historia de Cafés Ibiza
La situación económica de la Ibiza de finales de los años 50 s era de miseria y precariedad absoluta.
El joven Vicente Tur, al igual que muchos otros ibicencos emprendedores, decidió emigrar y emprendió una aventura y un viaje que le llevó a Venezuela donde vivió durante dos años, y aprendió a amar el café y a saborear todo aquello que este oficio enseña.
Vicente, cuando regresó a su tierra, con sus ahorros adquirió, junto con unos socios, un pequeño tostadero de café.
Era el año 1.958 y afortunadamente en las islas despuntaba el sector turístico que trajo consigo el desarrollo económico y la posibilidad de que las empresas crecieran.
En aquella época tostábamos el café en una cueva del Barrio de la Marina (barrio donde vivía la gente del mar).
En esta época, el Gobierno controlaba las importaciones de café verde. Los tostaderos de café sólo tenían acceso a un cupo de sacos de café verde y normalmente era una cantidad insuficiente la demanda de café que había, además era caro y de mala calidad.
Para solventar estos problemas de insuficiencia de café verde, Vicente tenía que comprar sacos de café de contrabando. Buscaba algún barco que llevara mercancía y que navegara cerca de las costas de Ibiza. Las entregas se hacían por la noche, en la Playa de Ses Salines ó en Es Codolar. Desde Ibiza, y con barcazas, se acercaban a los barcos mercantes y allí hacían la compra venta. Cuando ya tenían el café en la barcaza tenían que volver a la costa remando, y esconder los sacos de café hasta que llegara el momento apropiado para recogerlo.
Desde su inicio y hasta ahora, Cafés Ibiza no ha dejado de trabajar, crecer, invertir y servir a la gente de Ibiza. Nos sentimos muy queridos por la población de estas islas, que tiene a Cafés Ibiza como un producto que toman en su día a día. También nos sentimos queridos y apoyados fuera de nuestras islas y cada vez tenemos más contactos en otros países.